domingo, 20 de marzo de 2011

Hace

Esto lo escribí hace un tiempo. Es sólo para recordar:


A la final pienso que vivimos en una imaginación compartida, que esta es nuestra fantasía común, que esto de cierta forma nos gusta, y si esto nos gusta, el mundo real debe ser terrible. Yo vivo en la imaginación de los demás, y también soy la protagonista de mi fantasía. Espero que cuando muera pueda al fin abrir los ojos. ¿Te has preguntado por qué el universo parece nunca acabar? Pues es porque la imaginación es infinita. Y los millones de millones de imaginaciones hacen juntas un lugar tan complejo e incomprensible como el en que vivimos. ¿Por qué crees que el universo y la imaginación se parecen tanto? Pues porque todo esto es una imaginación, una muy poderosa, la de un ente magnánimo, y ese ente lo formamos todos nosotros, es el ente autocreado, la imaginación que sigue adelante porque es sostenida por los sujetos imaginados. No busques quien creó a quién, esa no es la cuestión, igual ya te habrás dado cuenta de que es como un círculo, oh, amo los círculos para explicarme, a ellos no les puedes encontrar inicio ni fin, ¿te das cuenta?, sólo debes fijarte en el camino, eso sí es algo posible. No te confundas más, no debes buscar el origen, o al menos no de la forma en que normalmente lo harías. Podrás comprender el universo sólo cuando logres comprender tu mente. Es decir, ponte a pensar en cómo los demás ven las cosas, podríamos decir que todos las vemos igual pero en verdad no lo sabemos. Pensamos que lo vemos todo, pero no es así, llegamos hasta la tercera dimensión, somos tan ciegos, vemos tan poco. Y nuestro lenguaje tan limitado, al ver una manzana puedes decir que es verde, pero para mí el verde es lo que para ti es el rojo. Otro  problema es que el lenguaje ha limitado incluso el pensamiento, ya no se piensa lo que no se puede expresar. 

miércoles, 2 de febrero de 2011

La vieja del barrio

Por supuesto que me acuerdo de la puta vieja bruja del barrio. Vivía en la bajada camino a la iglesia, por lo que todos pasábamos por ahí semanalmente. Su puerta estaba justo donde faltaban algunos adoquines en la calle y al pie de un poste que tenía una vieja mancha de sangre. Sucedía que era la mujer multifunciones, de ese tipo de personas que a falta de una verdadera profesión empiezan a aprender de todo con la esperanza de que si no hacen algo bien al menos muchas cosas podrán hacer, aunque no estén tan bien. Si necesitabas saber cómo sería tu futuro con una chica, ella era la gitana. Si necesitabas hacer un amarre, ella era la bruja. Y si el amarre fallaba y necesitabas consuelo, entonces ella era la puta.
Era una mujer de hábitos no habituales. A nada te diría que no, a nada se negaría, no por experimentación sino por miedo a no poder hacer algo. Los hombres iban a golpear tímidamente su puerta y ella de inmediato abría, no dejaba tiempo para arrepentimientos. Yo lo sé porque lo probé. Su cuartucho apestaba tanto como se puede esperar de alguien que ejerza funciones de curandera y de amante. La verdad es que, aunque suene asqueroso, ella no lo hacía tan mal. Yo fui porque caí, como todo joven, en el primer amor no correspondido; y luego porque, como todo joven idiota, quise probar el promiscuo amor de una puta.
Ella se llamaba Amanda. Recuerdo que cuando fui a verla, bajo la amarillenta y parpadeante luz pública yo contemplé tranquilamente su puerta de madera; así mismo, recuerdo que un grupo de mujeres mayores de ojos amarillos pasaban apresuradas y, al mirar a la puerta parpadeaban tanto como si pretendiesen ver lo menos posible. Amanda 'la bruja' era bella, 'la puta' no tanto; pero mi mejor recuerdo es de aquella noche cuando fui por conforte, de justo cuando terminamos y ella expulsó el caliente producto de su orgasmo igual que un volcán. Y es así como prefiero recordarla.
Me sorprende que no puedo rememorarla de niño, sólo recuerdo cuando por las noches pasábamos por fuera de su casa y aquella puerta parecía seducirnos. A todos les sucedía, se quedaban un rato contemplándola con curiosidad y luego escapaban asustados al rememorar las estúpidas historias inventadas por nuestras madres.
He pensando que quizá sigue allí, pero no me atrevería a volver. Sigo siendo un niño temeroso de su madre amenazando con: "yo te dí la vida, y te la puedo quitar". Aunque también puede ser que prefiero la magia y el misterio que envolvían a Amanda; y es que ahora no hay eso, no tengo nada de intriga, sólo existe, y tengo, demasiada realidad.

lunes, 10 de enero de 2011

DV

Llevamos dos días en la casa de Henry. Tendidos en la terraza, bebiendo agua y escuchando sus canciones electrónicas de media hora. A ratos  dormimos, a ratos cerramos los ojos. "Hasta que logres ver sin necesitar tus ojos" me dijo apenas le pregunté hasta cuàndo estaríamos ahí. Èl cree que el agua se lleva toda la porquería material y que la musica te lleva a la esencia de la imaginaciòn. Isaac también estuvo con nosotros pero hace unas horas que se marchó, dijo que si seguìa aquí era más probable que se vuelva loco a que se torne en el ser mental del que Henry tanto nos hablaba. Eloía se nos unió recién, es la que está acostada sobre el borde de cemento con peligro de caer a cuatro pisos de altura sobre la piscina vacía del jardín trasero, ella está aquí porque le interesa Henry, y nada más; cree que todos los que estamos aquì somos monos con los que Henry experimenta. Pueda que tenga razón. En la esquina más alejada está Franklin fumando, dijo que le agrada la idea de Henry pero que no dejaría sus cigarrillos, el día que empezamos vino en su auto apretujado de cajetillas, ahora está sentado con una pila de esas cajitas blancas a un lado y un florero de vidrio al otro lado, a manera de cenicero. Hay una chica de pelo azul que está caminando en círculos y meneando involuntarimente la cadera, lleva así dos horas. Henry está tendido como muerto a los pies del parlante más grande y yo preferí fijarme en los demás porque lo que menos deseaba era pensar en mí.

martes, 4 de enero de 2011

cixot

Os juro que estoy hastiada. Vaya forma de empezar. No más historias. ¿Ni experimentos? No. Dormir es mi actividad favorita, la segunda es abrir los ojos durante las noches y ver la realidad. Pinche realidad. Cada mañana, dulce mañana, en la que me despiertan las amargas gotas, sea la lluvia, sean las lágrimas, doy gracias por poder tener huesos, espinados huesos, porosos, polvorientos, mi anciano esqueleto, me apoyo en él y salgo, los veo, he vuelto a la "civilización", me digo. Entonces aparecen las manos y con cepillos de metal oxidado empiezan a raspar la herida purulenta que me consume. Sale agua, saliva, sudor, orina. Es que ya no hay sangre. Oh demonios, ni con botarme a la basura a medio respirar logran deshacerse de mí. Hasta la muerte me desprecia, huye de mí como si exhalara gas tóxico, no sé por qué lo hace, pensé que era humano el aferrarse a la vida, ¿es que la muerte puede morir? Eso sí sería una tragedia, la peor de la historia, humanos inmortales, ¿algo peor? No lo creo. Sólo queda volver para repetir el ciclo, una y otra vez, sin anhelos, cansancio y aburrimiento sólo hay. 
Pienso durante mi medio día, durante su media noche: Ya no quiero beber leche en un vaso de whisky.

viernes, 31 de diciembre de 2010

olor a 31

Mmmm, te despiertas y sabes que es el último día del año. A lo lejos suenan camaretas y sabes que hoy alguien saldrá seriamente herido por no saber cómo usarlas. Sabes que hoy algunos intentarán suicidarse, les deseas suerte. Otros tendrán la decepción de que han tenido un pésimo año y no son muy optimistas respecto al siguiente. Alguien habrá por ahí haciendo una larga lista de expectativas y metas. Otro, con otra larga lista, estará enviando al diablo todo lo malo que le pasó y puteando, al estilo del grinch, de uno en uno a quienes le hicieron el año imposible. Algunos de tu generación prefieren embrutecerse y vivir la transición al año nuevo mientras están adormecidos por alcohol y hierba. Olor a gente pensando "nah, hoy es el último día, no importa". A la media noche una madre cantará a su bebé en la cuna, un padre borracho gritará a su familia, alguien llorará la muerte de un querido, alguien se entregará a las delicias del cuerpo y alguien verá las estrellas pensando en la simplicidad y lo sórdido de su naturaleza.
Este día tiene más sentido que el 25 porque en una frase deseas más de tres cientos días de bienestar a alguien y no sólo un tacaño día para 'celebrar el cumpleaños' de alguien en quien ni crees. Empieza el temblor de los corazones anhelantes, de los miedosos, de los dejados, de los enérgicos. Se elevan las columnas de humo gracias a esa bendita costumbre de quemar muñecos y, en el cielo nublado, aparecen enormes luces de colores que no verías si no fuera porque alguien más quiere celebrar a lo grande. Aprovechas las felicitaciones porque sabes que te las pueden quitar, como todo, como cuando tu madre te decía: "yo te di la vida y te la puedo quitar" Así que sencillamente te duermes con tu alma desnuda llena de deseos y pides que te despierten cuando pase el temblor.

domingo, 19 de diciembre de 2010

AM

Mi alma está vacía, o tal vez sea que no tengo alma. Aunque, es cierto que prefiero pensar que sí la tengo; pero entonces está desierta, es tan sólo un vano envase que clama por su preciado contenido, es estéril como un útero que jamás alojará un feto, inservible como una botella de leche que jamás se llena, desperdiciado como un cuerpo que jamás se ha ejercitado. Tú, eres mi única proveedora de tan costosa sustancia; pero, ¿me estás entendiendo o es sólo que tu amable semblante aparenta hacerlo? Me miro a mí mismo y veo a un demente en formación, me veo junto a ti y doy con un loco dichoso. Este prolongado encierro ha aumentado mi sensibilidad, y cada respiro tuyo es ahora garantía de que mi constante monólogo te es de gran utilidad. Pero, ¡por favor, despierta ya! El artista no se satisface con hablar y hablar, necesita también tener un final, recibir la ovación de su público, sentirse amado. Mi mente se debilita, pero no quiero dejar de dirigirme a ti, siento que mi historia sostiene tu vida, y sé que es deleznable como el hilo de una telaraña, y es por eso que prefiero nunca callar, mientras más hilos es más fuerte la red, y la mano de la desgracia tendrá más dificultad si quiere romperla.

lunes, 6 de diciembre de 2010

From the other side

Los ojos ardían en dos cuencas llenas de ácido. Los globos oculares amenazaban con reventar. Ella no quería ser tocada. Se sentía sucia. No había nada cómodo en ella. Las náuseas eran una sensación recurrente. Ya no quería seguir. ¿Por qué hacerlo? Era la maldita pregunta de siempre. Años en la misma carroña. Nada cambia, hubiese querido ya no seguir pensando y escribiendo lo mismo, pero nada ha pasado. ¿Está el fracaso grabado en su piel? ¿Y a quièn diablos le importa? Llorar no ayuda, eso fue al principio, cuando las lágrimas aún tenían sal. Ahora el vómito incluso tiene buen sabor.
-Ya no lo hagas más -imploró el hermano.
-No me mato a mí, la mato a ella -respondió la chica apuntando a su reflejo en el espejo.
-Eres tú ¿por qué no lo ves?
-¿Quieres decir que yo soy un reflejo? Osea que si no existiera el espejo entonces yo tampoco.
El hermano se levantó y caminó hacia ella como quien anhela con un abrazo remediar las cosas. Empujó el espejo hacia una esquina y agarró a la hermana por la espalda, la tumbó contra la pared para que ella sea consciente de su propio y existente cuerpo (fino como lámina) que impedía al hermano rozar la pared. La miró como sabía que a ella le gustaba y con voz de falso poeta empezó a decirle:
-¡Oh, vamos! El espejo dejó de ser espejo hace mucho tiempo. Se supone que servía para armonizarte con tu versión material, era una ayuda para que te identifiques con un conjunto de rasgos. No fue hecho como ayuda para que planees los cambios de tus características en aras de ser semejante a otro. No fue concebido para que los uses como herramienta en tus retoques y distorsiones. El espejo te ofrecía la posibilidad de un desarrollo íntegro, ni por asomo alguien pensó que sería la rajadura para desmoronar el muro. No se supone que serviría para ocultarte, para cubrirte, sino para que puedas contemplar la pureza de tu desnudez. Los espejos originales eran magníficos y los hombres acudían en comunidad a contemplarse en ellos...