sábado, 23 de mayo de 2015

PAS

Supongo que tal vez sea normal en una PAS (persona de alta sensibilidad) esto de quedarse impregnado de las emociones lanzadas por los demás. Independientemente de si se trata de una emoción agradable o no, la cuestión es que me distrae demasiado y pierdo el tiempo. Es como si por defecto estuviera en modo esponja: absorbiendo y absorbiendo. Luego de tan solo haber cruzado unas palabras con alguien, quedo largo rato sin poder concentrarme en lo que quiero porque sigo sintiendo lo que esa persona lanzó, los gestos que hizo, las cosas que dijo y más que nada lo que no dijo. A veces es un fastidio. Al mínimo descuido puede aparecer alguien y lanzar una emoción, y si yo estoy cerca y he olvidado ponerme en modo escudo, actúo como una excelente antena y recibo lo que haya. Es por esto que no me gustan las multitudes y prefiero el aislamiento en casa. Es por esto que frente a varias personas no comparto mucho, y cuando lo hago quedo exhausta y requiriendo reponerme con unos días de soledad.
Y los demás no entienden nada. Me lanzan fácilmente sus adjetivos de "tímida, sensible, antisocial, callada". Lamentablemente, he comprobado, que algunos no pueden siquiera imaginarse lo que se siente. Supongo que esto último es normal, porque yo soy la anormal que tiene la enorme sensibilidad como para ponerse en los pies de casi cualquiera. Sumadle a esto el pertenecer a un país donde la gente nunca ha afinado su sensibilidad a través de artes o algo parecido. Un país donde el arte es concebido como una actividad de vagos.
¿Cómo usar la alta sensibilidad a mi favor? ¿Alguna idea?

About us

Largas caminatas. Somos almas en pena queriendo purgar nuestras consciencias con el dolor de nuestros pies. Más nada funciona. Nada.
No podemos simplemente morir. En toda nuestra vida nos hemos hecho una única promesa: ser valientes. Y sabemos muy bien que morir es lo más cobarde que existe. Los valientes caminamos largos tramos, los valientes nos resistimos a los deseos suicidas, los valientes dormimos solos y en la oscuridad, los valientes también salimos a la luz, los valientes soportamos estar rodeados de cosas y personas estúpidas.
A veces somos uno, a veces somos seis, a veces somos siete, y a veces no somos ninguno. Vivimos pensando porque creemos que para eso vivimos.