lunes, 7 de junio de 2010

Control

Es una cuestión que nunca deja de torturarme, ¿cómo mantener el control? Un minuto lo mantienes y luego vives todo un día de desenfreno. Y no importa, igual luego te vas a arrepentir. Sabes cómo será luego, siempre el mismo maldito cuento. Es retroceder, porque simplemente, si no avanzas entonces retrocedes, podrás argumentar que permaneces en el mismo lugar, pero la cuestión es que, dado que los demás avanzan, entonces tú no puedes quedarte ahí, ellos te hacen lucir como retroceso. Podrás no hacer nada, pero los otros te hacen empeorar.
Vivir entre sombras no es malo, en tanto nunca olvides la existencia de la luz. Las sombras son protección.

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