viernes, 30 de julio de 2010

Unnamed

Tan sólo estuve cinco minutos dentro de su mente, y me desbarató psicológicamente, me hundió y sin ninguna dificultad. Es cierto que fue asombroso, ver ya no con los ojos sino con las proyecciones de sus complicados esquemas mentales. Pero salí casi sin fuerzas vitales, en este momento, mientras escribo, estoy acostada con apenas fuerzas para teclear, mi mente quedó profundamente desgastada, y mi cuerpo como si hubiera ejercitado un día entero. Mis ojos están vagos, como que se ofendieron por haberlos hecho a un lado. Segura estoy de que fue una experiencia que muy pocos tienen, me gustaría poder explicar lo visto, pero no se puede, no se trató sólo de una imagen, no sólo de sentimientos; era ver cien imágenes a la vez, y verlas desde todos lados, fue ver nuevos colores, y toda clase de figuras amorfas. No me preocupa la complejidad con que escribo esto, porque sé que no podré dar a entender la maravillosa visión que tuve. Me mojé en los pensamientos, y me embarré de un oscuro sentimiento que, como el lodo apesta cuando está podrido, y ¿dónde se pudre?, pues donde no es su ambiente: en este mundo.

1 comentario:

  1. Excelente, disfruto de la forma en que narras y siembras la duda con una respuesta cifrada.

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